Por Sara Flores
En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciendole que yo sería para adestrarle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciendole como era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, habia muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre y que lo rogaba me tratase bien y mirase por mi, pues era huerfano. Él respondió que así lo haría y me recibia no por mozo sino por hijo. Y así le comenzé a adestrar a mi nuevo y viejo amo. Como estuvimos en Salamnca algunos dias pareciendole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir; yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me dio su bendición y dijo:
-Hijo, ya se que no te veré más. Procura de ser bueno y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti.
Y así me fui para mi amo, que esperandome estaba.
Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego, mandome que llegase cerca del animal, y, alli puesto me dijo:
-Lázaro, llega al oido a este toro y oiras gran ruido dentro de él.
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenia la cabesa par de la piedra afirmó recio la mano y diome gran calabaza en el diablo del toro, que mas de tres dia me duro el dolor de la cornada, y dijome:
-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber mas que el diablo.
Y rio mucho la burla.
Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mi: <<>>.
Comenzamos nuestro camino, y en unos pocos días me mostró jerigonza. Y, me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía:
-Yo oro ni plaa te lo puedo dar; mas avisos para vivirmuchos te mostraré.
Y fue así, que, después de Dios, este me dio la vida, y, siendo ciego me alumbró y adestró en la carrera de vivir.
---
1. Localización
1.1 El autor
Acaba de ser resuelto uno de los grandes misterios de la literatura española: la autoría del Lazarillo de Tormes, publicado en 1554. Según los descubrimientos de la paleógrafa Mercedes Agulló (Madrid, 1925) el honor corresponde a Diego Hurtado de Mendoza, un aristócrata que fue desde embajador en Inglaterra a poeta.
Hijo del conde de Tendilla, estudió en Granada y Salamanca. Don Diego tuvo una privilegiada infancia muy influenciada por la figura paterna. Su padre, Íñigo López de Mendoza y Quiñones, más conocido por el Gran Tendilla era Capitán General del Reino de Granada al tiempo del nacimiento de Diego, y tenía su residencia fijada en La Alhambra. Además, siguiendo la tradición familiar de los Mendoza de unir las armas con las letras, quiso dar a sus hijos una educación esmerada, contando con los mejores preceptores de la época y se trajo desde Italia a Granada a Pedro Mártir de Anglería. Así el entorno morisco, por un lado, y el espiritu cultivado y renacentista, por otro, marcaron de por vida al joven.
Marchó como embajador a la corte de Enrique VIII, rey de Inglaterra en 1537, que acababa de quedar viudo y donde se le encomendó negociar unas bodas reales que se frustraron. Tras ello fue nombrado embajador en Venecia (1539 - 1547) para representar además a Carlos I en el Concilio de Trento.
Embajador en Roma (1547), fue luego gobernador de Siena, donde sofocó una sublevación. Se le acusó de irregularidades financieras, y el proceso que solicitó para demostrar su inocencia se falló treinta años después con su absolución (1578). De regreso a España, fue proveedor de la Armada de Laredo y en 1556 recibió el hábito de la Orden de Alcántara. Tres años después está en Bruselas; durante la agonía del príncipe Don Carlos (1568), tuvo una disputa violenta con un caballero que desembocó en su destierro a Medina del Campo por orden de Felipe II, destierro que meses después se le desplazó a Granada, donde su sobrino el marqués de Mondéjar le puso al frente del ejército que tuvo que combatir la sublevación de los moriscos. En Granada estuvo hasta 1574, año en que se le permitió el acceso a la Corte, si bien no a Palacio.
Fue amigo de Santa Teresa de Jesús, con la que mantenía conversaciones piadosas.
1.2 La obra
Diego Hurtado de Mendoza representa al aristócrata militar y humanista del siglo XVI, compaginador de las armas y las letras a la misma altura. Conocía el latín, el griego, el hebreo y el árabe, además de varias lenguas europeas. Reunió una nutrida biblioteca a lo largo de sus múltiples viajes por toda Europa, que legó a Felipe II y fue a parar al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Junto a Garcilaso de la Vega y Juan Boscán introdujo los nuevos temas, metros y estrofas de la lírica italiana, si bien, al contrario que estos autores, se inclinó más bien por la sátira maliciosa y picante (la Fábula del cangrejo, por ejemplo), y fue el primero en cultivar el burlesco tema del "soneto del soneto". De todas formas, no dejó de emplear el arte menor y en sus versos líricos trasluce una fina melancolía. Destaca su Epístola a Boscán y el poema mitológico Fábula de Hipómenes y Atalanta.
Varios autores del siglo XVII atribuyeron a este escritor la autoría del Lazarillo de Tormes, la primera novela moderna española, teoría que alcanzó cierta fama sobre todo en el siglo XIX. En marzo de 2010 la prestigiosa paleógrafa Mercedes Agulló y Cobo descubrió en un inventario de los papeles de Juan López de Velasco (autor de las correcciones de la edición conjunta censurada del Lazarillo y la Propalladia de Torres Naharro titulada Propaladia de Bartolomé de Torres Naharro, y Lazarillo de Tormes)] que aludían, según esta investigadora, a las cajas de documentación perteneciente a Diego Hurtado de Mendoza, la frase «Un legajo de correcciones hechas para la impresión de Lazarillo y Propaladia», lo cual la llevó a escribir el libro titulado A vueltas con el autor del Lazarillo en el que postula «una hipótesis seria sobre la autoría del Lazarillo, que fortalecida por otros hechos y circunstancias apunta sólidamente en la dirección de don Diego».
Lope de Vega lo elogia en su frase «¿Qué cosa aventaja a una redondilla de don Diego Hurtado de Mendoza?».
Es autor, asimismo, de una reconocida Historia de la guerra de las Alpujarras basada en sus experiencias militares y políticas durante la sublevación de los moriscos en 1568-1570
2. Análisis del contenido.
2.1 Argumento
Este fragmento nos cuenta la primera expereinecia de Lázaro con su primer amo, el ciego, y como éste le intenta explicar que no debe fiarse de nadie y menos de un ciego por el hecho de serlo.
2.2 Tema
El Lazarillo de Tormes narra las experiencias vividas por Lázaro.
2.3 Estructura del contenido
En la primera parte del texto explica como la madre deja a su hijo al cuidado de un viejo ciego y como estos dos mas tarde partirán de Salamanca.
La segunda parte narra como a la salida de Salamanca el ciego astuto miente al joven Lázaro y le da en la cabeza contra la ornamenta del toro de piedra que alli se hallaba.
Y la ultima parte el ciego le explica la moraleja de esta experiencia.
2.4 Personajes, ambientación y punto de vista del narrador.
Los personajes principales son el ciego y Lázaro, tambien se halla la madre de éste como personaje secundario.
La acción se desarrolla a la salida de Salamanca “...estuvimos en Salamanca algunos días,[...] Salimos de Salamanca...”
En narrador habla en primera persona “... yo simplemente llgue, creyendo ser así...”
3. Analisis de la expresión.
3.1 El estilo
El leguaje que utiliza el autor es natural. Y su tono es humorístico e irónico.
Su cosmovisión es realista.
3.2 Análisis de la forma
En el plano semánticos se hallan arcaismos como adestrar (servir de guia a alguien), jerigonza (la forma de hablar entre ciegos), holgarse (alegrarse).
Tambien compara el mozo de un ciego con el propio diablo “... el mozo de un ciego, un punto ha de saber mas que el Diablo...”
4. Conclusión
Este fragmento del Lazarillo de Tormes, en el que se narra la primera de sus esperiencias,no siempre agradables, le ayudaron a formarse en la vida, y a llegar a ser un Lázaro formado y casado.
Me llama la atención la agresividad y la violencia con la que hacían aprender a niños tan jóvenes, a base de palos y golpes le inculcaban lo dura que llega a ser la vida. Y como Lázaro siendo todavía un niño va aprendiendo a ser más astuto que sus propios amos, y como se venga al final de cada uno.