El resumen no es más que la condensación selectiva del contenido de un texto, expresando las ideas esenciales y manteniendo una ilación lógica entre las mismas. En el caso de los textos argumentativos, la confección del resumen implica desvelar la tesis que defiende el autor, así como poner de relieve la línea argumentativa que lo ha conducido hasta ella.
A la hora de realizar un resumen correcto, adecuado y eficaz, han de tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:
- Sin preámbulos del tipo 'El texto trata sobre...', sino directamente.
- Siempre en tercera persona.
- El enunciado ha de ser breve, pero sin caer en lo telegráfico. Seis u ocho líneas deben ser suficientes.
- La formulación del resumen ha de ser clara y precisa; una simple lectura debe bastar para transmitir fielmente el contenido del texto, por lo que en él han de estar recogidas todas las ideas principales.
- Debe ser objetivo, es decir, ajustado al pensamiento del autor del texto. En ningún caso incluirá, por tanto, apreciaciones personales o valoraciones críticas.
- El resumen debe reflejar el sentido general del texto, pero no debe consistir en una simple selección de frases significativas del texto, forzadas a relacionarse entre sí para sintetizar el texto; por el contrario, deberá ser el resultado de un proceso de asimilación personal, así como de una redacción de las ideas esenciales, expresadas con un lenguaje y unos recursos lingüísticos propios (ortografía y puntuación correctas; vocabulario apropiado, sintaxis rica y variada, etc.).
- No deben aparecer detalles secundarios ni ejemplos pormenorizados ni elementos anecdóticos.