Por C.R. Worth
Las Navidades anteriores fueron las peores de su vida y quería borrar ese recuerdo, por lo que estaba determinada a que ese año sería el mejor de su existencia, esa Navidad sería memorable.
Sara hizo un gran esfuerzo para que todo fuera perfecto, decoró la casa haciéndola más hermosa que nunca, horneó dulces, la música navideña sonaba todo el día, su hogar olía a pino y canela, puso el Belén y decoró su árbol. Estaba lista y tras mucho tiempo, feliz; sobre todo por el regalo que había debajo del árbol.
Había esperado ese regalo por más de un año, y era lo que más deseaba en la vida. Era el regalo más hermoso que nadie pudiera imaginar, envuelto con un gusto exquisito.
Llegado el día de Navidad abrió su regalo con ansias, para encontrar dentro un corazón seco, reducido y sin vida. Entonces fue cuando se dio cuenta de que su pecho estaba vacío.